viernes, 31 de mayo de 2013

Demolition Man


En los ‘80 (década nefasta, en todo sentido, si las hay) hubo como una especie de renacer en cuanto a las películas a favor de la Guerra de Vietnam con tal de relucir el nacionalismo “patriótico” de los estadounidenses. Figuras como Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris y Sylvester Stallone edificaron su carrera gracias a varios de estos personajes y fueron considerados “los nuevos héroes de acción”. El problema para estos actores surgió cuando, en los ’90, la Guerra Fría ya había finalizado…


Encasillados en el género, productores y directores debieron dar una vuelta de tuerca a las temáticas de estos profesionales, sin dejar de lado las trompadas, las ametralladoras y las detonaciones. Algunos incursionaron en la comedia o en el drama, mientras que otros fueron más allá y decidieron enfocarse en la ciencia ficción y en escenarios futurísticos. En este marco (como podría hacerlo Total Recall) es en el que entra Demolition Man, una cinta que a simple vista puede parecer una excusa para ver el físico escultural de Sly, entre tecnología vanguardista y computadoras parlanchinas, pero que tiene un trasfondo sumamente interesante.

En 1996, el temerario sargento, John Spartan (Stallone), decide ir, sin ninguna autorización mediante, contra su acérrimo enemigo, el psicópata terrorista, Simon Phoenix (Wesley Snipes). El saldo es terriblemente negativo: pese a que Spartan derrota a Phoenix y logra capturarlo con vida, más de 30 rehenes mueren en la explosión del edificio donde estaban capturados. Ambos son condenados a la crioprisión: esto significa que serán congelados hasta que un programa informático decida que ya están rehabilitados para volver a la sociedad.

Sin embargo, en 2032, Simon Phoenix logra escaparse y, a diferencia de lo que muchos pueden pensar, es un peligro gigantesco para esa sociedad. Desde 2010 que no se comete un homicidio y la policía ya “no está entrenada para lidiar con esta violencia”. La consecuencia es que Phoenix se crea el rey de la selva, pero él tiene un objetivo. La ingenua teniente Lenina Huxley (Sandra Bullock), una fanática de la metodología de las fuerzas del orden del siglo XX creerá que “ante los problemas antiguos, mejor son las soluciones antiguas” y es por eso que decide descongelar al hombre que ya venció a Phoenix, anteriormente: John Spartan. 

Con Stallone como nuestro héroe, una chispeante y muy natural Sandra Bullock y Wesley Snipes en su salsa, tirando patas y rociando a los espectadores con su humor, El Demoledor nos trasladará a la gran ciudad de San Ángeles; donde la paranoia por la seguridad restringe las libertades humanas y pretende engañarnos con una ciudad perfecta, sin delitos, mientras que por debajo de la superficie la pobreza, la miseria y el hambre son moneda corriente.

Recuerdo haberla visto cuando era muy pequeño y siempre me quedaron dos escenas muy grabadas en mi cabeza. Una de ellas es la batalla final entre Stallone y Snipes (como para olvidarla…) y la otra es la que protagonizan el primero con la Bullock, en la que deciden tener relaciones. Creo que ese fue mi debut con el cyberpunk, sin siquiera saberlo. No he visto que nadie haya sintetizado mejor, en cuanto a las relaciones humanas, el concepto principal de este subgénero: súper tecnología de avanzada y humanidad extremadamente denigrada.

Considero a El Demoledor una de mis películas favoritas del bueno de Sly y cada vez que la disfruto con los combates y las explosiones, me lamento de que no se haya explotado en su totalidad la veta cyberpunk inherente a esta producción. Sé que el enfoque nunca tuvo como objetivo lo que propongo, pero de haberlo hecho, podríamos estar hablando de un clásico como lo son Akira, Blade Runner o Matrix.

Igualmente, Demolition Man, con un muy elogiable montaje y una referencia constante a las obras del género, no deja de ser una muy buena película para entretenerse y un ejemplo de las revestidas películas de acción de los ’90.

Ficha Técnica

Reparto: Sylvester Stallone – Wesley Snipes – Sandra Bullock.
Director: Marco Brambilla.
Año: 1993.
Duración: 115 minutos.
Calificación El Guionista: 7.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine

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