martes, 7 de mayo de 2013

The Master

Siempre hay dos o tres películas por año, con reconocidos equipos de trabajo, que se encuentran en el ojo de la tormenta de la crítica y el público. Así como en 2011, El Árbol de la vida fue una de ellas, este año parece que le tocó a The Master. Esta producción divide aguas como Moisés y muchos la defienden enfáticamente, incluso considerándola la mejor obra de 2012, mientras que otros no la consideran ni dentro de las mejores diez. Si te interesa qué piensa El Guionista, continúa leyendo, campeón.


Durante la década del ’50, un veterano de la marina, Freddie Quell (Joaquin Phoenix) sufre los de trastorno por estrés post traumático, luego de haber participado en la Segunda Guerra Mundial. Sin hallar su lugar en el mundo y con graves problemas de adaptación a la sociedad, Freddie lleva adelante una vida nómade, sin ningún sentido. Finalmente, todo cambiará cuando su camino se cruce con el de Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), líder de un movimiento filosófico conocido como “La Causa”.

Esta es una cinta que se sostiene básicamente por la fortaleza y la maravillosa entrega de los dos protagonistas masculinos, en especial la de Joaquin Phoenix (Walk The Line, Hotel Rwanda), grandísimo actor que suele ser visto de reojo por su comportamiento incorrecto pero que no puede dejar de ser reconocido. Philip Seymour Hoffman (Capote, Moneyball, Almost Famous) ya debería ser considerado uno de los mejores actores de reparto de la historia del cine. El otro aspecto es sin dudas todo lo relacionado con el arte, lo visual y lo estético del film, cuya calidad es innegable.

El libreto es poco contundente y se queda en arranques que no llevan a nada. Que no desarrolle en su totalidad la manera en la que actúa “La Causa” (inspirado en la Cienciología) es un problema; pero lo más grave para mí es que la historia es absolutamente reservada y excluyente. Es como si te dijera “sólo alguien que sufrió los trastornos de la guerra y/o conoce cómo actúan esta especie de sectas podrá comprenderla”. Realmente se podría haber ido más hondo, pero nos quedamos más de dos horas frente a la pantalla con el sufrimiento de un veterano…

Muestra clara del flojo guión y contexto es que el espectador seguramente recuerde en mayor medida las escenas relacionadas con el sexo. Es innegable la atmósfera de erotismo y perversión de The Master, pero dudo que Paul Thomas Anderson se sienta orgulloso de que sólo nos quedemos con esto.

Todo el mundo tiene el derecho de que le guste o fascine cualquier película, sea lo más incoherente o retorcida. Pero no puedo aceptar a nadie que me diga que The Master es ingeniosa porque, así como su protagonista no conecta con la sociedad, la obra y su historia no genera empatía con el público. Nunca nos sentimos parte.

Otra conclusión que me dejó The Master es ajena al largometraje en sí mismo y más bien va dirigido a lo sumamente conservadores y holgazanes que suelen ser los festivales más populares como los Oscar o los Globos de Oro. Amy Adams (Atrápame si puedes, The Doubt) es un maravilloso talento y no me tiembla el pulso a decir que es una de las herederas de la línea dramática clásica que tan bien supo y sabe llevar Meryl Streep. Pero tampoco me vengan con que realizó una actuación consagratoria como para ser nominada en ambas premiaciones, porque apenas tiene relevancia en dos escenas dentro de 140 minutos de rodaje y estoy más que seguro que debe haber cien papeles femeninos mejor que el de ella en los distintos cines de todo el globo.

Por todo lo recientemente comentado, dejo a su libre albedrío la opción de mirarla o no. Al que la quiera ver, le digo que es una película para domingo a la tarde.

Ficha Técnica

Reparto: Joaquin Phoenix – Philip Seymour Hoffman – Amy Adams.
Director: Paul Thomas Anderson.
Año: 2012.
Duración: 145 minutos.
Calificación El Guionista: 6.
Películas por catálogo: incluida.

Tráiler para Cine


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